“Los temas de diversidad no pueden trabajarse a la carta sino inclusivamente”, Lestat Monroe (Fundador de la Cámara de Comercio para la Diversidad)

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Foto: LM

Las mujeres, las personas LGBTQ+, los romaníes y otros grupos desfavorecidos poseen o gestionan una parte desproporcionadamente pequeña de las empresas en Rumanía. Esto se debe a factores históricos que han llevado a la supresión de los derechos civiles de estos grupos, pero también a la falta de suficiente capital de inversión, préstamos y capacitación. Si bien estos colectivos pueden convertirse en una parte esencial del motor que hace funcionar la economía rumana y, por lo tanto, merecen un lugar igualitario en la mesa. Además, pocas empresas se han dirigido específicamente a personas LGBTQ+, gitanos u otros grupos desfavorecidos como clientes potenciales, aunque su gran número y poder adquisitivo colectivo los convierte en objetivos atractivos.

En 2020 se creó en Rumania la Cámara de Comercio para la Diversidad, la primera de este tipo en el mundo, que tiene como objetivo promover los principios de diversidad e inclusión en el entorno empresarial del país. Concretamente apoya a las empresas rumanas dirigidas por grupos minoritarios o que enfrentan desigualdades económicas y sociales, como mujeres, personas LGBT, romaníes, personas con discapacidad y otros grupos, y pretende ser un puente entre el entorno empresarial y sociedad civil luchando por la igualdad de derechos y la inclusión social.

Lestat Monroe es su fundador, este empresario francés lo dejo todo para mudarse a Rumania cuando conoció a su pareja con la que ha formado su familia. Lleva más de veinte años haciendo negocios en el país.

La idea de crear la Cámara de Comercio de la Diversidad surgió hace 4 años cuando uno de los pioneros del movimiento LGBTQ+ en Rumanía me contactó para presentarme una ONG con sede en Viena que se llama East Meets West que ha estado analizando datos y publicando informes sobre el poder financiero de la comunidad LGBTQ+ en Europa del Este y descubrieron que hay alrededor de 315 millones de euros en poder adquisitivo dentro la comunidad y ninguna de las grandes marcas trata de captar ese efectivo por la sencilla razón de que los departamentos de RR.HH no están preparados para la inclusión de personas LGBTQ+.

Me sugirieron abrir una filial de su organización en Rumania y pensé que si queríamos hacer algo de impacto, sería mejor tener una Cámara de Comercio y promover juntos su mensaje. Después de algunas semanas de reflexión, dijeron que no creían que Rumanía estaba aún lista para eso. Yo pensaba lo mismo porque si en ese entonces hubiera visitado cualquier empresa y les hubiera dicho que estábamos abriendo una cámara de comercio LGTBQ+ me habrían dicho, buena idea, pero no estamos interesados.

Al poco tiempo vino el referéndum Pro Familia y dos años después mi amigo regresó y me dijo que, ahora estamos listos, hagámoslo. Durante dos años estuve pensando en cómo hacerlo, el referéndum supuso un respaldo del público en general, una cierta apertura social, pero las empresas aún no estaban preparadas para dar el paso.

Pensé que quizá sería más fácil si encontrábamos una organización paraguas e intentarlo de esa manera. Mientras buscábamos la forma de hacerlo observé que en otros países existían diferentes modelos, había cámaras de comercio para mujeres, para discapacitados, para afroamericanos, para LGBTQ+ y mirando su misión y objetivos me di cuenta que realmente todos trabajaban por un único propósito acabar con la discriminación fomentando la inclusión.

En Europa del Este había comenzado ya hacía algún tiempo un gran movimiento centrado en la antidiscriminación e inclusión (AD-I) y se me ocurrió que deberíamos hacer una Cámara de Comercio que abarcara a todos los colectivos porque a fin de cuentas se trata de discriminación. Comenzamos a acercarnos a las empresas diciéndoles que éramos una Cámara pequeña con 30 empresas miembros por el momento. Abrimos durante la pandemia y durante los últimos 2 años hemos hecho muchos proyectos en línea. Este año hemos tenido la primera conferencia en vivo sobre Igualdad, Diversidad e Inclusión en Europa Central y del Este apoyada por la Embajada de Francia y el Instituto Francés, así como por otras Embajadas, entre ellas la de España, a la que asistieron 16 empresas, lo que nos da a entender que hay interés en al menos venir y escuchar nuestra propuesta.

Existe un interés real en temas de AD-I en Rumania, pero personalmente siento que se ha venido haciendo ¨a la carta¨ sobre todo porque hay una reticencia a nivel local por parte de los directivos a la hora de tomar decisiones sobre ciertos temas porque se cree que el país no está preparado o que puede perjudicar su imagen comercial, ingresos, fuerza laboral y clientes. Es un concepto falso porque ya hay empresas rumanas trabajando en estos temas, hay empresas que tienen políticas globales y las aplican en todos los países más o menos al mismo nivel y eso es lo que necesitamos aquí. Entender que no pueden trabajarse los aspectos de AD-I a la carta sino inclusivamente. El no adoptar políticas internas de AD-I está retrasando el resultado final y económicamente están perdiendo oportunidades como negocio porque la inclusión de las minorías genera innovación, es decir crear nuevos productos dedicados a esas minorías y esa innovación genera ganancias.

Principalmente tienen miedo de perder empleados si aceptan la inclusión en su negocio. Hablando con varios empresarios me dicen que les preocupa, a la hora de dar el paso y ser inclusivos, lo que vayan a pensar los compañeros de trabajo o si estarán abiertos a aceptar al otro. Mi perspectiva, que también es la de Ikea, es que si no eres lo suficientemente abierto de mente como para aceptar a los demás quizás no deberías estar en mi equipo, porque no eres inclusivo y no generas suficiente innovación.

Por supuesto que van a perder a empleados que no quieren trabajar con personas discapacitadas o con alguien que se vea afeminado, pero a cambio incluyendo al diferente vas a conseguir un trabajador dedicado porque le estás dando una oportunidad que nadie le da y se quedará allí por más tiempo. Es una forma sencilla de ganar retención de personal en un periodo en que las empresas están buscando formas de evitar la fluctuación de personal y falta de mano de obra.

En general, si no adoptan políticas de inclusión y definen su negocio como totalmente inclusivo, las generaciones más jóvenes de rumanos se irán a trabajar fuera en vez de quedarse ¿y por qué dejarlos ir en lugar de pensar en el futuro y crear las condiciones para que se queden a través de políticas empresariales de AD-I?

En Rumania hay diferentes tipos de inclusión. Tenemos la igualdad de género, que es la más fácil porque a todos les gusta, la igualdad entre hombres y mujeres. Muchas empresas ya tienen algunos programas en ese sentido, pero si miramos más profundamente te aseguro que no todo es tan bueno como ellos quieren pensar todavía no hemos llegado a la plena igualdad, pero es de los programas más fáciles de implementar en las empresas.

Tenemos la discapacidad, una apuesta segura porque beneficia a la imagen de la empresa y a los clientes les gusta. Cuando comercializas un producto para personas con discapacidad no ganas un cliente ganas también a sus familiares y amigos. El nicho de clientes es triple.

Tenemos LGTBQ+, que a diferencia del anterior es menos rentable a la hora de comercializar productos porque lo más probable es que este aún esté en el armario, quizá como mucho podrás llegar a un mejor amigo, pero desde luego no a padres o amigos con lo cual reduces clientes.

El último y del que menos se habla es la etnicidad y me gustaría señalar dos más que normalmente no se consideran como son la edad y la clase social en un país donde el educado puede quedarse en el país y ganarse la vida mientras que el más pobre se va al extranjero porque su vida es mejor allí, aunque gane menos. Así que nos encontramos con un gran número de personas que a partir de los 40 luchan por encontrar un trabajo en Rumania salvo que sean dueño de un negocio o una ONG. Hay una población de adultos mayores que no queremos contratar porque no los valoramos a ellos ni a sus competencias. Me sorprendió hoy por la calle un cartel publicitario de una empresa de comida rápida que decía que el 40% de nuestros empleados tienen menos de 25 años. Entonces ¿Qué significa, que no contratan a personas mayores? ¿Dónde está la inclusión?

Aquí hay un gran potencial y mucho que una empresa podría ganar contratado a personas mayores y necesitamos aprender cómo hacerlo porque quizá solo se necesite una capacitación o una reconversión, así que hagámoslo. Necesitamos saber cómo hacerlo y digerirlos. Lo mismo para la etnicidad, tenemos mucha gente que vive al margen de la sociedad. Están quienes piensan que culturalmente tienen su propia forma de vida y les funciona a los que no se les puede convencer de que hagan lo contrario. Pero dentro del mismo grupo conviven también personas que quieren ir a la escuela y optar a un trabajo que viven en un ambiente cultural diferente pero debido a la raza, el color de su piel, su nombre, no se les da una oportunidad, pero cuando se les da hacen cosas asombrosas como ya han demostrado muchas organizaciones.

Ahora pensemos en lo siguiente, cuando ves que, en muchos restaurantes, hoteles, bares están contratando gente que viene de otros países como Nepal, India, etc. porque no encuentras trabajadores, no tengo nada en contra de ellos, ganan menos que los trabajadores locales. Pero como empresario no me planteo otras soluciones como digerir a la población gitana que quiere trabajar y solo necesitan un empujoncito y una reconversión o formación. Necesitan que los impulsen pueden aprender idiomas y otras cosas y la inversión probablemente será menor que la de pagar una agencia para traer trabajadores del exterior.

Es realmente paradójico que la primera Cámara de Comercio a favor de AD-I en el mundo se haya abierto en Rumania, un país que no es tan abierto o inclusivo. AD-I es un concepto nuevo que tiene menos de cinco años y no todos hacen AD-I al mismo nivel aquí como ya decía somos fanáticos de “a la carta”, pero de alguna manera Rumania es un buen lugar para ello porque geográficamente está rodeada de países que están retrocediendo en términos de AD-I como Hungría, Polonia, Ucrania, Rusia. Rumanía, incluso al nivel al que estamos, es uno de los mejores estudiantes de la clase. Rumanía no va tan mal, nos quejamos mucho de cosas como el tema LGBTQ+, pero ha habido muchos avances increíbles en sus derechos realizados por las ONG’s, pero la situación no es la peor aquí en comparación con Rusia, Polonia, Ucrania, Hungría aquí no tenemos leyes contra las personas LGTBQ+ como en esos países.

Creo que desarrollar proyectos y políticas de AD-I en Rumania es un buen comienzo, tenemos una buena representación de empresas internacionales con sede en Rumania que podrían ser miembros potenciales, podríamos mostrar las mejores prácticas, hacer grupos de trabajo regionales y ser una referencia en el área, creando programas específicos. Son las grandes empresas las que basadas en sus ejemplos deberían ayudar a las más pequeñas a desarrollar políticas de AD-I.

El sector industrial, los grandes nombres y las inversiones están aquí. Hay un gran potencial. Sucedió por casualidad que comenzamos ese proyecto aquí, pero estratégicamente creo que obtuvimos muchas ventajas al comenzarlo aquí. El momento también era socialmente adecuado porque el referéndum mostró que había un interés social por ser más inclusivos al menos con una minoría difícil que estaba realmente discriminada en Rumania, lo que nos brindó otra oportunidad.

El principal desafío al que nos enfrentamos para lograr todo esto es llegar al momento adecuado del año fiscal de las empresas porque somos una Cámara activa y ser miembro no se resume solo a firmar un papel y luego estás dentro y haces diversidad e inclusión. Para poder ser activo necesitas un presupuesto para crear conciencia, organizar conferencias, crear noticias para estar en línea.

Básicamente necesitamos los contactos correctos porque no los obtienes por su página web necesitas estar en contacto con el departamento correcto porque internamente cada empresa está organizada de manera diferente, puede llevarnos meses llegar a la persona correcta. Una vez que llegas, debes responder muchas preguntas y luego si llegas por casualidad al momento correcto del año fiscal perfecto si no te toca necesitas de seis meses a un año.

Muchas empresas no tienen el presupuesto, pero otras tienen ya políticas internacionales que no se aplican aquí porque no se desarrollan, así que creo que, además de los problemas de presupuesto, también está la cuestión de lo abiertos que son al AD-I. Personalmente siento que a veces hay miedo y tienen vergüenza a pedir ayuda. A veces se disculpan por no estar implementando sus políticas internacionales en esta materia. Y hablamos de grandes empresas reconocidas que tienen miedo de la una mala reputación.

Recibí una llamada el mes pasado de un gran grupo comercial que tiene políticas a nivel internacional y durante un año estamos tratando de implementarlo también aquí.

Estos son los casos raros, la mayoría de ellos solo entrarán a considerar estas políticas si tienen un caso mediático sobre discriminación en lugar de llamarnos y hablar sobre cómo podemos ayudarlos a desarrollar sus políticas AD-I, porque estamos aquí para eso. Creo que esos son los principales problemas que tenemos. Además, es un proceso lento. Recientemente recibí una llamada para otra empresa, vamos a tardar dos años en hacer algo concreto, y el tipo me decía que no es que no quiera, es solo que en sus empresas hay continuos cambios de directivos por temas internos este es otro problema habitual.

Debido a que comenzamos durante la pandemia hasta ahora, solo las grandes empresas han llamado a nuestra puerta y no tienen las mismas expectativas que las empresas medianas o pequeñas. Las grandes quieren crear conciencia sobre AD-I mientras que las pequeñas quieren aprender cosas, conocer gente y hacer negocios.

Entre las medianas y pequeñas tenemos un poco de todo tipo industrias la mayoría de las empresas son propiedad de mujeres o de LGBTQ+. Hay más empresas medianas que comienzan a mostrar interés por ser miembro y asisten a nuestros eventos.

Tenemos muchos proyectos que queremos terminar principalmente los procesos de certificación para empresas. La certificación les permitirá acceder a un programa de proveedores en AD-I , lo que significa tener socios o terceros socios contratistas que son proveedores de AD–I. Es decir que las empresas pueden obtener servicios proporcionados por otras empresas ya inclusivas por ejemplo empresas de contabilidad romaní o empresas propiedad de mujeres, o personas LGTBQ+, o discapacitadas. Como las grandes empresas no saben dónde encontrarlas nosotros queremos ser el puente para vincularlas. Por un lado, ayudamos al proveedor normalmente empresas propiedad de minorías y por otro lado a las empresas que quieren ser más iguales y buscan desarrollar políticas concretas de AD-I.

Para el próximo año nos gustaría organizar una conferencia más grande y también para finales del 2023 estaremos listos para extender nuestra Cámara al exterior, así que eventualmente nos convertiremos en una Cámara global e identificaremos a personas clave que quieran abrir una Cámara de la Diversidad en su propio país. Para eso quiero asegurarme de que el modelo funcione y eso es lo que estamos haciendo aquí durante los últimos dos años asegurarnos de que el modelo se pueda extrapolar a cualquier lugar tanto el formato como los eventos.

A nivel personal me gustaría que la gente pensará más por sí misma sin preocuparse por lo que los demás van a pensar de ellos o si han tomado la decisión correcta. Necesitamos tener más juicio personal y olvidarnos de la sociedad y de la religión para concentrarnos en quienes somos y como actuamos antes problemas específicos y si somos respetuosos con los demás o no. Me encantaría ver estos cambios en la sociedad rumana.

Recuerdo la primera Marcha del Orgullo en 2005. Pensé que nada iba a cambiar nunca en este país porque éramos muy pocas personas y la mayoría de ellos eran extranjeros. Me quedé impactado. Recuerdo volver a casa y pensar que estaban muy lejos del cambio. Entonces decía ellos en lugar de nosotros. Veinte años después digo que lo hicimos.

Han cambiado muchas cosas desde entonces todavía no son perfectas, pero tampoco tan malas y esto mismo creo que va a suceder con AD-I. Rumania no es perfecta en términos de inclusión, pero tiene buenas bases y creo que vamos a ser los más rápidos de la región.

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