Roxana Bașno: “Lo mejor de nuestro proyecto es la capacidad de desarrollar conexiones de calidad entre Rumanía y España”

Entrevistas

Foto: RB

Suena el teléfono, debe de ser la sexta llamada que recibe antes de que el reloj marque las 10 de la mañana. Con una sonrisa responde y repite por enésima vez lo mismo que lleva toda la mañana diciendo a quienes la contactan. Sin perder la calma y con una gran dosis de dulzura explica el horario de los invitados y las actividades, los eventos que tendrán lugar ese mismo día. Atiende con la misma cordialidad a la prensa y los proveedores que a los encargados de acompañar a los invitados hacia los lugares donde darán las conferencias.

Estamos en la oficina donde desarrolla su frenética actividad Roxana Bașno, vicepresidenta de Via Rumanía Cultural, en los primeros días del Festival Los Días de la Cultura Española, un evento que su asociación organiza desde hace tres años a primeros de diciembre en la ciudad de Timișoara para difundir la cultura española en la región y tender puentes de acercamiento y cooperación entre España y Rumania.

A primera vista Roxana da la impresión de ser una persona alegre y relajada que se toma la vida con calma e intenta aprovechar cada oportunidad que tiene para disfrutar de las pequeñas cosas; ya sea un paseo, organizar una actividad o simplemente charlar durante unos minutos con las personas que llaman incesantemente por teléfono. Quizá el ser originaria de Orșova, una pequeña ciudad a orillas del Danubio, es el secreto de esa relajación innata de la que da muestra.

Desde 2007 Roxana vive en Timișoara, a donde se mudó para estudiar Comunicación y Relaciones Públicas. Aunque al inicio no tenía muy claro su futuro profesional  lo que si sabía era que deseaba trabajar con personas. En el verano del 2011 comenzó a trabajar para Vía Rumania, una empresa consultora española que desarrollaba  diferentes proyectos de responsabilidad social corporativa. Con el fin de mejorar la gestión de dichos proyectos se creó la asociación “Via Rumanía Cultural” de la que ahora es vicepresidenta y una de las responsables de la organización de la  la tercera edición del “Festival Los Días de la Cultura Española”.

¿Cómo surgió la idea de organizar este evento?

“Los Días de la Cultura Española es un proyecto progresivo. Para el presidente de la asociación, español de origen, fue algo que surgió de forma natural. Desde su llegada siempre tuvo interés en compartir con sus empleados y amigos parte de su cultura. Para mí  fue un poco diferente. Me fui involucrando paulatinamente hasta que fui consciente de que España tiene algo especial más allá de los aspectos turísticos. Los primeros eventos que organizamos aumentaron mi deseo de conocer más sobre este país así que poco a poco empecé a leer y a hablar con otros españoles y tuve una agradable sorpresa con la de cosas que fui descubriendo.

Inicialmente solíamos organizar  pequeños eventos puntuales como concursos de traducción de poesía española, concursos fotográficos o noches temáticas sobre algún aspecto de la cultura española. Todos ellos tenían un objetivo común: promover la cultura española. Con el paso del tiempo los apasionados de la cultura española se nos fueron sumando y fue entonces cuando decidimos  organizar un evento más complejo. Y así, paso a paso, es como hemos llegado este año a la tercera edición del festival.

Desde el principio deseábamos que este festival fuera un intercambio cultural. Quisimos tender puentes entre España y Rumanía, buscando puntos en común que pudiéramos desarrollar juntos y créeme que son muchísimos los puntos en común que hasta ahora hemos encontrado y seguimos encontrando”.

¿Cuál ha sido vuestro mayor reto?

Quizá nuestro mayor reto haya sido incluir actividades de calidad en el programa. A lo largo de estos tres años hemos diversificado nuestras actividades y, además de literatura, baile y películas, hemos ido introduciendo gastronomía, periodismo o turismo. Por ejemplo en la edición de este año hemos contado con la participación de profesores universitarios de España, que han impartido conferencias sobre mecánica o química. Poco a poco hemos ido contando con la colaboración de grandes profesionales españoles que han respondido siempre positivamente a nuestra invitación.

¿Cómo han acogido los ciudadanos el festival?

Recuerdo que en la primera edición del festival invitamos a una compañía de baile flamenco y actuaron en un escenario al aire libre situado en la Plaza principal de Timișoara (Piata Unirii). La gente que pasaba por allí se quedaba estupefacta. De repente comenzó a llover y los bailarines se mezclaron con el público allí presente y todos juntos comenzaron a bailar alrededor de la plaza. Desde entonces los ciudadanos de Timișoara apoyan nuestra iniciativa y acuden a las actividades que organizamos durante el festival e incluso se involucran como voluntarios en algunas actividades.

¿Con qué apoyos habéis contado?

Timișoara es una ciudad multicultural donde conviven rumanos, alemanes, húngaros y serbios. Es una ciudad acostumbrada a los eventos interculturales. Las autoridades locales ha apoyado nuestra iniciativa desde el principio y con el paso del tiempo hemos logrado construir una relación sólida y cordial con ellos. Al apoyo de las autoridades locales se ha sumado el de las autoridades españolas, sobre todo la Embajada de España en Rumanía con quien tenemos una excelente cooperación al igual que con el Instituto Cervantes y por supuesto el Consulado Honorario de España en Timișoara. Asimismo en las últimas ediciones hemos logrado que diversas entidades privadas, sobre todo empresas españolas y de la región, se sumen al proyecto.

¿Cuáles son los resultados más destacados después de tres ediciones del Festival?

El efecto y los objetivos del festival se han ido consolidando con cada edición. Sin duda uno de los resultados más visibles ha sido el desarrollo de las conexiones entre ambos países. Cada vez se conocen más aspectos de España en Rumanía y, al mismo tiempo, se va mejorando la imagen y percepción que los españoles tienen sobre Rumanía.

Asimismo, el festival ha propiciado el encuentro entre profesionales españoles y rumanos, lo cual ha abierto posibilidades de cooperación a largo plazo entre autoridades locales rumanas y españolas e instituciones educativas. Por ejemplo, tras esta edición, se ha sentado las bases de una cooperación en el ámbito turístico entre el Departamento de Turismo del Ayuntamiento de Pontevedra y el Cluster de Turismo de Banat, asi como entre los profesores de la Universidad Politécnica de Timișoara y los de la Universidad de Gerona y la Universidad Politécnica de Cataluña.

¿Alguna anécdota curiosa o simpática que recuerdes?

Siempre me resulta interesante ver que, cuando llegan a Rumania, los profesionales de España vienen con una imagen estereotipada del país y, después de varios días, comienzan a descubrir un país diferente, lo que hace que muchos quieran volver o incluso prolongar su estancia. Es un sentimiento fantástico.

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