Jonay Sosa: “Si tienes una idea este es el mejor lugar para ponerla en práctica”.

Entrevistas

Foto: JS

Un sueño de juventud, una furgoneta y su espíritu aventurero trajeron,sin planearlo, a este canario a Rumania. Jonay, creativo publicitario, llegó a Bucarest de una forma poco convencional a través de una iniciativa desacabellada para unos, brillante para otros a la que él considera vivir la vida.

Ideas for Fuel es el proyecto que inició en Madrid y con el que durante un año recorrió veintiún países europeos trabajando en agencias de publicidad donde intercambiaba sus ideas por gasolina para continuar su viaje. Desde hace ocho meses vive y trabaja en Bucarest donde no sabe cuanto tiempo se quedará porque prefiere disfrutar el presente sin pensar en el futuro.

 

¿Cómo surge Ideas for Fuel?

Era algo que me rondaba la cabeza desde hacía años. Cuando era pequeño mi padre tenía una caravana con la que viajábamos por toda Europa. Cada verano hacíamos una ruta. Esto es algo que se me ha quedado siempre grabado, incluso cuando estaba en la carrera soñaba con eso pero poco a poco lo fui olvidando.A los 18 años pensaba que me encantaría tener un trabajo online, me conformaba con 500 euros al mes para poder vivir en cualquier parte del mundo y comprarme una furgoneta para viajar. Era mi sueño.

Hace dos años trabajaba en Madrid, me había comprado por fin una furgoneta y la estaba disfrutando muchísimo. Entonces me quedé sin trabajo, una semana antes lo había dejado con mi novia y de repente pasé de tenerlo todo a quedarme sin nada. Para mí eso fue como la casilla de salida del Monopoly.

Pese a que me hicieron muchas ofertas de trabajo en publicidad, rechacé todas, necesitaba pensar. Llegó el verano y me planteé simplemente viajar, coger la furgoneta y recorrer Europa durante 6 meses, sin más. Pero en publicidad tú eres tu carpeta, es tu portafolio de proyectos lo que te hace tener opciones a un trabajo u otro. Pensando en esto intenté mezclar ambas cosas porque así a la vuelta podría explicar en cualquier otra entrevista que había hecho durante esos seís meses viajando.

Me planteé trabajar en cinco países y elegí aquellos en los que tenía amigos que me podían ayudar. Empecé en Francia, Bélgica luego Holanda donde cambió todo porque colaboré con una agencia muy famosa y a partir de ahí me salió todo rodado, porque cuando veían que había cooperado con esta agencia siempre lograba entrar en una de las tres más importantes de cada país.

A las agencias les convenía porque yo cobraba poco, 10 litros de gasolina la hora, y encima le echaba muchas horas. Una persona con 7/8 años de experiencia, como tenía yo entonces, no te cobra eso. Además todo eran ventajas, por un lado podían descontar gastos de empresa, tenían a un tío que por cien euros a día curraba el día entero mientras que contratar a alguien de mis características les hubiera costado 600 euros al día. Por otro lado les hacía de relaciones públicas indirectamente porque en cada país al que iba salía en los medios de comunicación. Pero con lo que más ganaban era con la frescura de las ideas con las que venía, ni mejores ni peores simplemente distintas, lo cual además les servía de inspiración a sus equipos creativos, les sacabas un poco de la rutina. Pero no sólo ellos se beneficiaaban, yo podía seguir viajando y al tiempo ganaba experiencia.

Al final esos seís meses iniciales que me había planteado se convirtieron en 13 meses. Empecé el viaje en 2014 y terminé en julio del 2015.

¿Qué te ha aportado esta experiencia personal y profesionalmente?

Profesionalmente me ha aportado una gran experiencia laboral y personalmente  muy buenos amigos, mi autorealización, el sacarme ese bicho que tenía dentro y hacer lo que quería hacer. Sobre todo que no me acobardé, miedo si que tuve, pero no me acobardé.Mi mayor miedo es envejecer y darme cuenta de que he desperdiciado mi vida.Temo llegar a ochenta años y decir si tuviese treinta y pico haría esto. Quiero llegar a los 80 años y decir tuve treinta y pico e hice lo que quería y en esas estoy aún. Intento vivir lo máximo cada día.Esta experiencia también me ha traído a mi novia actual a la que conocí en Holanda.

Además conseguí un trabajo aquí en Bucarest en una de las mejores agencias de Europa. Rumania fue mi última parada del viaje, la última agencia en la que estuve un mes. Antes de irme ya me habían preguntado si no me gustaría quedarme. Les dije que me dejaran acabar el viaje primero y luego ya veríamos. Mantuve el contacto con la agencia de Rumania que insistía en que viniera y al final decidí hacerlo.

¿Qué te motivó a venir a Rumania?

Durante el viaje me hicieron varias propuestas pero en firme sólo recibí dos, una desde Madrid y otra desde Rumanía. La de Rumania era de redactor y a los dos meses de llegar me hicieron director creativo. Evidentemente el tema económico aquí no es igual que en otros países, se cobra menos pero la oportunidad que me han dado, el cariño que recibo aquí y la gente me hizo decidirme por Rumania incluso aceptando un puesto menor.

A Bucarest llegué en febrero de este año y sin duda mi jefe actual ha sido mi mayor motivación para venir. Sentí que podía aprender muchísimo de él y del equipo de la agencia. Profesionalmetne es un oportunidad muy buena aunque Rumania no sea el mejor mercado, no es el más vistoso para un creativo, pero el equipo es buenísimo. Me fio mucho de mis sentimientos, de las sensaciones y aquí durante mi primera estancia tuve amigos que me trataron muy bien.

¿Cuáles fueron tus primeras impresiones?

El hecho de llegar por carretera influye porque es lo primero que ves del país y después de recorrer Europa entrar a Rumania fue un golpe, me dije ¡madre mía! eso fue lo primero que me llamó la atención. Lo segundo que me llamo la atención fue lo bonito que era el país. Cuando llegué a Bucarest, de primeras no me gustó nada.Pero no por el aspecto, por lo bonito o no de la misma porque al final la ciudad la hace la gente, pero la vi muy descuidada y lo observas quizá más porque vienes de Amsterdam, de Estocolmo y aunque sean también latinos Italia o España no tienen nada que ver tampoco.Me dio mucha pena, veía los cables colgando, las casas con el punto rojo que se van a caer, los socavones, el tráfico…

La ciudad no fue amigable físicamente y la rechacé. La primera impresión que te da Bucarest es sucia, descuidada y contaminada. Me dije, tío no, aquí no. En otros países si que me veía viviendo en las ciudades, me decía aquí no me importaría vivir, haría esto, lo otro pero aquí nunca me vino a la cabeza esa imagen. Me decía no lo hagas Jonay. Y sin embargo cuando acepté, el primer día que salí de la agencia y me fui caminando me sentí en casa. Sentí que no me había equivocado en absoluto.

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de Rumanía?¿Cuál ha sido tu mejor y/o peor experiencia?

Me sorprende que hay temas sociales que aquí aún están por detrás como el matrimonio homosexual porque el hecho de que se estén recogiendo firmas para cambiar la constitución en previsión de un posible situación futura me parece muy fuerte. Veo que la religión está también todavía muy presente y que tienen aún mucho poder. Yo estoy rodeado de gente que no es así y en mi día a día no lo noto tanto pero cuando ves los resultados, cuando ves que reunen tres millones de firmas y que la campaña la encabece la Iglesia te choca.

En cuanto a mis experiencias pues buenas he tenido muchas no podría elegir una. Una de las peores que recuerdo fue en un taxi cuando el conductor me gritó porque le había pagado sólo lo que marcaba el taxímetro. Cuando llegamos comenzó a insultarme y a gritarme en inglés que quién me creía, que por qué le pagaba sólo la carrera. Yo recién llegado no tenía ni idea de cual era la norma habitual. En fin que siguió gritándome fuera del taxi y pensé que me iba a pegar y todo pero nada sólo quedó en eso. No me hubiera importado pagar un poco más pero no me había dicho absolutamente nada cuando me subí, tampoco nos habló en inglés en ningún momento, además condujo como un loco e iba hablando por teléfono.

Una cosa que me molesta mucho aquí de los taxistas es que te rechazen o que te digan vale te llevo por tanto sabiendo que te timan, esos son detalles que no me gustan. La gente en cambio es muy maja.Mira, una vez en el aeropuerto había una cola enorme para coger taxis y se me acercó un chico hablándome en rumano sin saber que yo era extranjero le dije que me hablara en inglés y me explicó que él iba a coger un taxi y que me dejaba donde quisera gratis. Esas cosas te llegan.

¿Qué ventajas te ha ofrecido Rumanía y cómo las has aprovechado?

Aparte de un trabajo que me inspira y de gente magnífica a mi alrededor que también lo hacen y que me tienen cariño, espero (risas), es el hecho de que hay mucho aún por hacer y me apetece hacer cosas. Si tienes una idea este es el mejor lugar para ponerla en práctica. Es verdad que el mercado no es tan grande como Londres pero puedes hacer lo que te gusta. Y eso es lo que veo aquí.

 

 

 

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