Cuando pasan cosas

Miscelanea

Foto: M.B.

Rutina, costumbre, hábito, uso, inercia, monotonía… Alguien me comentaba hace poco lo bien que se lo pasa en su trabajo. Porque algo tan sencillo como disfrutar con tu profesión entra a formar parte del listado de imprescindibles para (sobre) vivir la vida. No, no acabo de levitar ni se me acaba de ir la cabeza. Es algo cierto aunque suene utópico y entiendo que decirlo en estos tiempos pueda resultar incómodo y hasta cierto punto imposible.

Se trata de emplear tu tiempo, dedicar tu profesión a aquello que te gusta, lo que te hace feliz, lo que te divierte y te completa. Por eso, cuando conoces a alguien (afortunado) que desde muy joven lo tuvo claro y que se ha dedicado a aquello que consideraba su vocación no puedo evitar sentir incluso envidia. Una envidia sana (si es que eso realmente existe).

A Jesús su madre le llevaba al cine de pequeño, todas las semanas, y así comenzó a darse cuenta que eso le gustaba.

“Todos los que hacemos cine nos empieza a gustar viendo cine, viendo mucho cine”.

Claro que tal y como nos aclaraba, también hay películas que impresionan, pensar que aquello se puede hacer, la emoción, lo que transmite el cine. Así que en un momento determinado pensó que él también podía estar al otro lado de la cámara y transmitir aquellas emociones que había sentido.

De esta manera arrancaba la entrevista al director de cine Jesús del Cerro en la que tuve el placer de colaborar y para la que, en un ejercicio de contextualización, no dudé en “dejarme caer” por el rodaje de uno de sus últimos proyectos.

Pero había que empezar por el principio (una obviedad) y de ahí que nos contase que realmente él no quería ser director de cine, sino lo que quería era trabajar en el cine ya que, con cierta humildad, consideraba que esto último era lo suficientemente difícil. Lo de director vino después. Lo de director y lo de Rumanía.

Jesús del Cerro ha viajado mucho de mochilero por el mundo y fue en una de estas vueltas cuando un amigo le propuso venir a Rumanía. Era el año 2003. Ese fue su primer contacto con el que ahora es su lugar de trabajo, su casa.

En ese momento vino solo como turista y quedó impresionado con el paisaje fascinante de una Rumanía sin apenas turismo y con un país “muy de verdad”. Unas impresiones que mantiene de la Rumanía rural con cierta admiración y otras, que con una sonrisa pueril recuerda, sobre lo que en su momento le parecían unas largas avenidas bucarestinas y que ahora, ya no lo son tanto, una vez recorridas muchas veces como habitante permanente de la ciudad.

Fue hace 9 años cuando su exitosa serie española “Un paso adelante” le volvió a traer aquí. La serie se había vendido a 60 países, uno de ellos Rumanía, y le pidieron ayuda para comenzar el proyecto. Sin saber nada de la industria rumana del cine, llegó para “echar una mano” durante 15 días y se quedó 6 meses. De los consejos pasó a formar parte activa del proyecto “Un pas înainte”.

Del Cerro nos confesaba que está muy bien en Rumanía. Ha vivido mucho tiempo fuera de España y se ha dado cuenta que somos muy parecidos. Si está aquí es porque está muy bien. Además, este país le permite hacer cosas diferentes que tal vez en España no podría hacer, tal vez porque aquí la industria es más pequeña y tiene más libertad, está menos encorsetado.

Y en cierto modo es la razón para que el director de series como “Médico de familia”, “Compañeros” o la nombrada “Un paso adelante” no haya dudado en abandonar, de momento, el mundo de las series televisivas en un momento en el que este sector vive un auge importante, con legiones de seguidores “serieadictos” y haya preferido dedicarse por entero al mundo del cine. Porque el cine rumano además está muy bien valorado, según nos decía, y cuenta con un alto nivel. Valorado y premiado. Algo que no ocurre en la televisión, que aún está un paso por detrás. Por ello cuando habla de series, siempre habla con los pies situados en territorio español.

“Muchas veces no es un poco lo que tu quieres sino a dónde te lleva la corriente.”

Para él, Rumanía en cuestión de trabajo, se limita al cine, a la gran pantalla. A las películas. Hace unas semanas finalizaba el rodaje de la película “Far from Here” del director James Pillion. Del Cerro ha participado solo como productor, a diferencia de otras cintas en las que ha combinado ésta con las tareas de dirección. En esta ocasión ha dejado espacio al joven director para que elaborase su trabajo, para que expusiese sus ideas, quedando Jesús en un elegido segundo plano pero sin descuidar ni un solo detalle. No en vano conoce el lugar, a las personas con las que trabaja, la forma, el estilo. Según afirmaba en la entrevista ha sido un ejercicio de dejar un poco aparte, a un lado, esa parte creativa, aunque también ha escrito el guión, pero ha estado un poco alejado de la cámara, lo que ha sido una visión interesante del Jesús director.

Inmersos en la conversación sobre ese rodaje, en el que me “colé” (afortunada de mí), el director de películas como “Nasa”, “S-a furat mireasa” o “Mamaia” nos contaba que en Rumanía se hace mucha producción extranjera por lo que los trabajadores de este sector están muy acostumbrados a trabajar con gente de muchos sitios y se adaptan. Pero él tiene una máxima: no vale la comparativa de que es mejor o peor, porque da igual. Y eso, según afirmaba, se puede aplicar a cualquier cosa.

“Allá donde vayas coges cosas. Yo de Rumanía he cogido casi todo cosas buenas. No tengo malas palabras para la industria, los técnicos o los actores de Rumanía.”

“Far from Here” cuenta con un casting espectacular (Maria Dinulescu, Jonathan Ahmadi, Maia Morgensten, Andi Văsluianu, Vasile Flutur, Gelu Niţu) y con unas fantásticas localizaciones y se estrenará el próximo año. Una producción de Studio Indie Productions, la productora que tiene del Cerro en Rumanía, junto a una productora americana (JMR Luna de Lunatic Films).

Pero no es lo único que tiene entre manos. Porque si hay algo de lo que me percaté durante el rodaje es que tiene la cabeza en varios sitios a la vez, sin descuidar ninguno de ellos. Así que cuando nos habló de su documental me volvió a sorprender, una vez más, la persona que había conocido poco tiempo atrás.

Su productora, Studio Indie, ha rodado un documental sobre las mujeres embarazadas “Sunt însărcinată în România”. Un trabajo del que nos hablaba, con pasión, y que trata de la problemática de las mujeres embarazadas en Rumanía. No en vano el tema lo merece. Lo han rodado aquí y también parte en España, ya que han realizado una cierta comparativa entre lo que supone estar embarazada en un lugar y en otro. De sus palabras (e incluso de su tono de voz) respecto a este trabajo se extrae su impresión sobre ver el día a día de las mujeres embarazadas de todo tipo.

“No queremos hacer nada muy dramático, queremos hacer algo del día a día, pero el día a día es bastante dramático en cuanto a las mujeres embarazadas.”

La dificultad para realizarse pruebas médicas o las diferencias abismales, las grandes desigualdades entre localidades de un mismo país, así como las cifras conocidas sobre la mortalidad infantil en Rumanía respecto a la Unión Europea, forman parte de este documental que verá la luz el próximo año.

En el futuro próximo, para comienzos del 2016, estará presente el rodaje de la película “Uruguay” en la que empezó a trabajar con el guión en 2011 y para la que han obtenido una subvención del CNC (Centro Nacional de la Cinematografía). Afirma que es un privilegio poder hacerla y por ello, está encantado.

Escuchando el apasionante año que le espera a Jesús del Cerro, no dejo de pensar en lo difícil que será volver a tener el privilegio de pasar algunos minutos con él. Escuchando lo que tenga que contar o viendo lo que tenga que hacer.

“Estar fuera creo que es un privilegio, en el sentido de que puedes, de que pasan cosas. Cuando tu estás en tu casa todo el día viendo la tele, no pasa nada. Cuando sales a la calle pasan cosas y creo que salir de tu país hace que te pasen cosas, y eso puede ser riqueza.”

En mis tareas para el próximo año apuntaré sin duda “salir a la calle”, y si puedo, me volveré a “colar” en su trabajo. Porque sin lugar a dudas es apasionante cuando pasan cosas.

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