41 años, Ciudad de México, México
Vive en Rumanía, en Bucarest desde el 2012.
Mi comida rumana preferida es
Papanaşi (postre) y la comida de la zona de Moldova, como la rulada (de pollo, de jamón o dulces).
Una calle que me gusta mucho de la ciudad donde vivo
Calea Victoriei, me parece una avenida donde puedes distinguir en breve el acervo cultural rumano y la modernidad. Está llena de vida, movimiento y belleza arquitectónica.
Una palabra que asocio con la ciudad donde vivo
Antiguo, colonial.
Un sitio donde me relajo
El parque IOR (ubicado en la zona de Titan) me parece un enorme y hermoso lugar para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Ahí, puedes contemplar intensamente los cambios de estación.
Un viaje especial por Rumania
El recorrido por carretera de Bucarest a Timişoara, es hermoso, los paísajes increíbles como Valea Jiului o Căciulata. Los lagos, los ríos, las montañas, las vías antiguas y olvidadas del tren, es mágico.
Aprecio de los rumanos
Su entusiasmo por el aprendizaje, principalmente de otros idiomas y el respeto hacia los extranjeros que llegan a su país.
Un defecto de los rumanos
La falta de iniciativa y solidaridad entre ellos.
Un malentendido cultural
En México tenemos una cultura más abierta y los prejuicios van siendo menos; en Rumania la cultura aún conservadora, no acepta fácilmente lo diferente, el cambio.
Mi canción rumana preferida
„Mi-e dor de noi” (DJ Project & Giulia) fue mi primer acercamiento al idioma rumano en 2010 y desde entonces es mi favorita.
Una palabra rumana que me gusta
Muchas palabas rumanas me parecen graciosas por su sonido pero las más divertidas son: căciulă (gorra de invierno), mişcă (mover), păpuşel (muñeco) y la mejor para los hispanohablantes “gata” (listo).
Una costumbre rumana sorprendente
Eso de raptar a la novia durante la fiesta de bodas y llevarla a un lugar alejado, que parece una situación graciosa y llena de aventura pero creo que a mí no me haría mucha gracia.