Jorge E. Benavides: “La conexión entre Perú y Rumanía está en nuestra necesidad de respuestas sociales y literarias a elementos desgarradores de nuestra vida contemporánea.”

Entrevistas

Foto: J.E.B

Charlamos con Jorge Eduardo Benavides, escritor peruano,sobre Rumania, las similitudes con Perú y la literatura rumana durante su visita a Bucarest, para participar en una mesa redonda, sobre las similitudes entre la literatura rumana e hispanomericana, en el marco del primer Festival de Cultura Latinoamericana recientemente celebrado.

Escribo desde hace mucho tiempo y como a la mayoría de los escritores el gusto por escribir nos viene por la lectura, el hecho de que en casa empieces leyendo y te relaciones con la literatura hace que en algún momento te conviertas en escritor, siempre tuve claro que me gustaba escribir, quizá el momento decisivo para mí fue cuando decidí que tenía que dedicarme a escribir. Estudiaba Derecho y Ciencias Políticas y cuando estaba terminando la carrera me di cuenta de que no podía hacer las dos cosas al mismo tiempo si quería hacerlas bien, no quería ser un escritor de fin de semana. A duras penas terminé mi carrera para horror de mis profesores y familia que me decían, ¿pero estás loco?¿cómo vas a hacer eso? Me fui a España porque quería dedicarme a escribir y cuando llegué Tenerife no tenía un plan B, escribía pero hacía todo tipo de trabajos, trabajé en la construcción, lavando platos, haciendo lo que fuera como inmigrante para tener tiempo para escribir, entonces tenía 26 años podía hacerlo, tenía la energía y la insensatez. El grueso de mi literatura, salvo un libro de cuentos, la he hecho en España,.

Ocurre que cuando te vas a otro país lo primero que llega es tu cuerpo y después llega tu cabeza, estás viviendo en ese país pero sigues pensando en el tuyo y eso se nota mucho cuando uno escribe. Estaba instalado en España y durante 10 años mis novelas seguían ocurriendo en Perú, hasta que me di cuenta de que había aterrizado ya en la realidad española y aunque mis temas no son decididamente españoles sí hay mezcla porque evidentemente es ya una relación distinta la que tengo. Escribo novelas diversas, policíacas, históricas pero no me interesan los géneros sino las historias, me motiva escribir sobre las condiciones humanas, la migración, me llama mucho la atención este mundo que tenemos cada vez más poroso, más interconectado y lleno de descompensaciones e injusticia social de una manera que por ejemplo en España no se habían preparado,habiendo sido un país de inmigrantes, de pronto varias décadas después son receptores y todo ello genera ciertos cataclismos sociales que la literatura bien puede contarlos y recuperarlos.

Lo que me inspiraba sobre todo al principio era la situación sociopolítica del Perú, escribí tres novelas políticas porque había una situación política y social muy terrible, que de alguna forma se podría comparar a la situación que se vivió en un país como este cuando hay una transición de un Estado dictatorial a otro tipo o en un situación económica y social muy grave. Entonces teníamos un gobierno muy endeble y el terrorismo de Sendero Luminoso que representó diez años de lucha en un país grande y difícil de contrastes como Perú donde hubo, según la Comisión de la Verdad, casi 70.000 muertos. Eso fue una quiebra y es inevitable que una generación como la mía termine hablando de lo que significó, como supongo que aquí en Rumanía una generación de escritores terminará hablando de la dictadura de todas las formas posibles. Era imposible en ese Perú de finales de los 80 y principios de los 90 no escribir de alguna forma sobre la violencia política y hay abundante literatura sobre esto porque era imposible escapar tal y como un escritor cubano no puede contar otra cosa que no tenga que ver con el Castrismo, con el dinero o las jineteras. Creo que países como los nuestros difícilmente escapan a sus cicatrices para mí ese punto de conexión entre Perú y Rumanía es nuestra necesidad de encontrar respuestas sociales, literarias a elementos desgarradores de nuestra vida contemporánea que es lo que veo en la literatura rumana, existe el riesgo de olvidarse de un pasado que nos toca y no es tan antiguo.

La historia rumana es fascinante y compleja. Es mi primera vez aquí pero siempre he conocido Rumania por los libros porque siempre me ha interesado la historia de esta región, los Dacios,el imperio Bizantino,la ocupación Otomana, los príncipes, todo lo que pasó con Ceaușescu y esa sensación de que vivían tras esa durísima cortina de acero de ese régimen terrible. Conozco su dificultad geopolítica no sólo con Rusia sino también co Hungría su corredor cultural con la que no se llevan muy bien, pero no hay otra forma de vincularse  y por otro lado tienen sus historias con Moldavia, con Ucrania su mala relación con los búlgaros lo digo porque he conversado con gente de aquí y es un poco lo que he ido recogiendo, un país grande que se convierte y esa es la similitud que le veo con Perú que es el extremo occidente, como muchos países de Latinoamérica, así como Rumania es la última parte de esa Europa Occidental, geopolíticamente es fascinante y no debe ser fácil saber hacía donde ir o hacía qué lado centrarse. Tenía muchas ganas de venir y creo que se confirma mucho la idea que tenía de que es un país con una tradición cultural e intelectual muy rica que ha irradiado a toda Europa  con grandes intelectuales y me parece una sociedad, en lo poco que he podido ver, que está en ese tránsito hacia la modernidad, a europeizarse en el mejor sentido de la palabra. Bucarest es una ciudad con una arquitectura riquísima que ojalá la puedan conservar y mantener su identidad porque como no son monoétnicos como en otros lados en esa diversidad reside su encanto, espero también que se convierta en un sitio próspero. .

All igual que aquí en Perú siempre hemos tenido mucho pesimismo, la gente suele decir medio en broma ¿por qué no vendemos el mar,las montañas yla selva y nos compramos algo más pequeño,pero cerca de París? Tenemos una sociedad con una élite tradicionalmente desvinculada que mira por encima del hombro, en Lima viven 11 millones de personas, un tercio de la población del país, en un país del doble de tamaño que España, y quizá sólo un millón viven como en el primer mundo lo que crea una falsa idea de prosperidad. Aparte de Lima hay tres ciudades grandes Cuzco, Arequipa, Trujillo y lo demás es nada. Perú ha crecido mucho en los últimos veinte años gracias a una economía más pujante, lo que le pasa al país es que le faltan instituciones, creo que se corre el riesgo de que toda esa riqueza que se está generando se desplome muy rápidamente porque si no tienes instituciones públicas que sustenten eso cuando se acabe la bonanza vamos a ver qué es lo que tenemos, también nos falta mucho civismo, en Perú conducen espantosamente mal. Pese a todo hay una sensación de optimismo saludable porque nuestros presidentes corruptos acaban en la cárcel, el vínculo presidencial con la cárcel es indiscutible y no sé si es para alegrarse o para aterrarse. Existe socialmente confianza en la capacidad de la gente para salir adelante pero el riesgo que tenemos también es que nuestra población porcentualmente es muy joven y el joven es la amnesia de una sociedad porque para ellos el Senderismo y el terrorismo ocurrió tan atrás en el tiempo que no se lo creen y hablan de lo mal que van las cosas y les dices mi generación sí sabemos lo que significaba que las cosas estuvieran mal, supongo que aquí en Rumania ocurre un tanto de lo mismo, la gente joven se siente ya completamente europea.

Aparte de con su historia y sociedad tengo una fértil relación con la literatura rumana y sobre todo sus escritores e indudablemente ahí entra también Cartarescu que es muy famoso y leído en España. He leído muchos autores rumanos no por un interés especial sino porque sus intelectuales, sus escritores, han sido siempre universales, Ionesco, Cioran, Eliade, Manea, son escritores que leí en la universidad, el libro “Lo sagrado y lo profano” de Eliade era lectura obligada en las facultades. A los rumanos se llega por su universalidad sabes de dónde son, pero su literatura va más allá de su país de origen, son unos intelectuales que han dado muchísimo a Europa no podemos olvidarnos de lo que ha significado para la evolución de los europeos esta literatura, es una literatura muy rica. Leí a Manea por ejemplo que es un gran intelectual o a Ana Blandiana cuando la publicaron en español y me parecieron fascinantes. En Tenerife conocí a un grandísimo intelectual, que no sé cómo será considerado aquí, que se llama Alejandro Ciorănescu un escritor que llegó en 1948 a Tenerife y escribió la historia de Santa Cruz en cuatro volúmenes. Era uno de los grandes especialistas en literatura francesa del siglo XVII y uno de los padres de lo que es la literatura comparada, tiene cerca de 300 libros publicados, un absoluto sabio que termino viviendo en Santa Cruz de Tenerife desde París donde fue agregado cultural de la embajada y acabó perseguido por Ceaușescu y se tuvo que exiliar sólo sin su familia, sus hijos no pudieron salir y estuvieron separados durante veinte años. Murió en el 99 y en Canarias es una personalidad hasta el punto de que existe una calle que lleva su nombre que le pusieron antes de que muriera, es algo que me parece importante que los rumanos sepan sobre Alejandro porque quizá ni hayan oído hablar de él, salvo en círculos muy especializados, aunque tenga una novela en español que se llama El cuchillo verde, realmente es más conocido como lingüista e historiador y es un personaje muy interesante.

 

Para saber más

Jorge Eduardo Benavides nace en 1964 en Arequipa, estudió Derecho y Ciencias Políticas en Lima, ciudad donde trabajará dictando talleres de literatura y posteriormente como periodista radiofónico. Desde 1991 hasta el 2002 vivió en Tenerife, donde colaboró con el suplemento dominical del Diario de Avisos. ydonde fundó y dirigió el taller de narrativa Entrelíneas.

Ha publicado «Cuentario y otros relatos» (Okura ed., Lima, 1989) y «La noche de Morgana» (Alfaguara, 2005), así como las novelas, «Los años inútiles» (Alfaguara, Madrid, 2002), «El año que rompí contigo» (Alfaguara 2003), «Un millón de soles» (Alfaguara, 2007), «La paz de los vencidos» (Alfaguara, 2009y Nocturna ediciones, 2014), esta última galardonada con el Premio Julio Ramón Ribeyro de novela corta, «Un asunto sentimental» (Alfaguara, 2012).

Ha publicado también el libro «Consignas para escritores» (Casa de cartón, Madrid 2012) y El enigma del convento (Alfaguara, 2014) galardonada con el XXV premio de novela Torrente Ballester y «El asesinato de Laura Olivo» (Alianza editorial, 2018) que obtuvo el XIX premio Fernando Quiñones de novela de ese mismo año. Ha sido traducido al francés y al inglés. Figura en varias antologías.

Como profesor de escritura creativa y talleres de creación literaria, ha impartido seminarios y cursos en universidades de Madrid, Granada, A Coruña, Lima, Boston (Harvard), Brown, Miami, Ginebra, Viena y Green Bay (Wisconsin). Ha llevado talleres en centros culturales de Pekín, Albuquerque, Shanghai y París, entre otros. Dirigió el curso de escritura creativa On Line del Boomeran (Grupo Prisa) hasta el año 2009. Actualmente dirige el Centro de Formación de Novelistas y colabora con medios informativos y culturales como El País, Cuadernos Hispanoamericanos y Turia.

Ha ganado varios premios de novela, relato, cuento para adultos entre los que destacan:

  • Premio Fernando Quiñones de novela, 2017
  • Premio Torrente Ballester de novela, 2014
  • Premio Julio Ramón Ribeyro de novela, 2009
  • Premio Nuevo Talento FNAC 2003
  • Finalista Premio NH de cuento, 2000

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