“La parte humana del trabajo es la más complicada”, Iulian Angheluță (Fundador Free Mioriţă / Lumină pentru România)

Exploradores Miradas

Foto: I.A.

Mioriţa es una leyenda nacional que resume el carácter fatalista de los rumanos, el dejarlo estar y no involucrarse. Hace ocho años, movido por la necesidad de cambiar las cosas que veía en sus viajes por el país, Iulian, junto a un grupo de amigos, creó Free Mioriţa una asociación que pretende romper con esa leyenda rumana y cambiar la realidad en la que vive llevando luz eléctrica a quienes carecen de ella. Actualmente en Rumania no hay una cifra exacta de hogares sin corriente eléctica, el último censo estimaba unos cien mil mientras que los datos del Ministerio de Energía, hablan de la mitad,alrededor de 52.000 hogares sin luz.

Iulian, subido en su bicicleta, ha recorrido el país para documentar la situación de muchos de esos hogares e instalarles paneles solares. En los últimos cinco años se ha dedicado en cuerpo y alma a su proyecto, Lumină pentru România (Luz para Rumania), con el que hasta ahora ha logrado dotar de luz a 6 escuelas, 153 hogares y 2 iglesias de 57 localidades en 23 provincias diferentes. Esta es la historia de un viajero, un ciclista soñador, un loco para algunos, que se ha propuesto iluminar Rumania.

Desde pequeño me apasionaba la bicicleta, la primera la tuve en 1986, a los 11 años y desde entonces me ha quedado esa pasión por montar en bici. He hecho varias expediciones una a Noruega, pasando por Kiev, Polonia, los países Bálticos, toda la parte norte de Finlandia hasta Noruega, luego recorrí durante un mes Kirguistán un país fabuloso con mucha montaña, todo bastante salvaje. Me encanta viajar en bici porque tienes un contacto más directo con las personas, tienes tiempo para ver las cosas pausadamente, puedes pararte a hablar con la gente que vas encontrando en tu camino, eres como un caracol, llevas todo lo que necesitas y vas a tu ritmo, no contaminas y los costes son menores. Mucha gente se sorprende al verme en bicicleta, me pasó en Kirguistán y cuando atravesé Ucrania hace un par de años ya había comenzado la guerra, el país estaba en pleno conflicto y aparece un tipo en bicicleta, era algo inédito para ellos.

He viajado mucho por Rumania, la primera vez fue en el 2008, entonces pasé por Ursici un pueblecito donde había catorce casas sin luz. Mantuve el contacto con elllos y les llevaba de vez en cuando ropa o comida hasta que me puse a pensar en otra forma de ayudarles más duradera. En 2012 junto a un grupo de amigos creamos la ONG Free Mioriţa y lanzamos nuestro primer proyecto Lumină pentru Ursici (Luz para Ursici) donde invertimos dinero personal para dar a conocer el caso y nuestras intenciones logrando que un banco nos donara los paneles solares necesarios para dotar de luz a esas casas que monté personalmente junto a varios voluntarios. Nuestro siguiente proyecto fue en 2013,Lumină pentru Ineleț  (Luz para Ineleț) un pueblecito de montaña situado en el Monte Cernei donde instalamos paneles solares en la escuela en la que estudiaban cinco niños y les trajimos también ordenadores.

En 2014 dejé mi trabajo de publicista me subí a la bici en abril y regresé en octubre a Bucarest habiendo recorrido más de 8000 km, a lo largo de 30 provincias. Antes de irme me dediqué a buscar información por internet, escribir a amigos y autoridades públicas para averiguar las zonas donde no existía luz eléctrica. Pedaleando llegaba a esos lugares llamaba a su puerta para verificar y conocer personalmente las caras detrás de las cifras oficiales. Les explicaba que buscaba gente que no tuviera luz y que quería conocer un poco sobre su vida y me preguntaban extrañados ¿y has venido para esto desde Bucarest en bicicleta? Me miraban así como si fuera un loco sobre todo porque tenía una pinta, imagínate el pelo y la barba largo, lleno de polvo y se decían uno a otro ¡mira, este quiere traernos luz! Al inicio no te creen pero luego cuando regreso o les llamo al cabo de dos o tres años y les digo mira he reunido el dinero necesario y quiero poneos luz en casa, a veces me preguntan ¿vas a venir otra vez en bici? No, les respondo, esta vez vendré con el cocheEste viaje fue para mí un momento decisivo en el que se fue fraguando un proyecto más ambicioso al que llamamos Lumină pentru România (Luz para Rumania).

En 2015 iluminamos las únicas cuatro escuelas rumanas que no tenían corriente eléctrica y al poco lanzamos ya el proyecto usando casos similares que encontré durante mi viaje. En la ONG me ocupo de todo y sólo cuando nos desplazamos a poner los paneles vienen voluntarios que me ayudan en labores de transporte e instalación. Todo lo demás la comunicación, recaudación de fondos, burocracia, documentos, contratos, contabilidad, informes de actividad lo hago yo. Principalmente por motivos financieros no podemos contratar gente por falta de fondos dado que aunque seás ONG el Estado te trata como a cualquier compañía y pagas muchos impuestos que se llevan un 70% de tu presupuesto, no cuentas con un apoyo estatal que además pide todo tipo de informes y documentos para cualquier pequeña actividad, ahora tenemos que inscribirnos en un registro especial y si no, no recibes donaciones.

La gente nos contacta y se ofrece a ayudarnos pero les falta preparación técnica porque nosotros una vez allí hacemos una instalación eléctrica como en cualquier casa con enchufes, interruptores y necesitas unos mínimos conocimientos, además las condiciones no son de lujo, dormimos en el suelo, en graneros, en tiendas de campaña, y eso tira para atrás a muchos. Por otro lado las distancias son muy grandes muchos quieren venir pero nos vamos a lugares muy remotos donde el accceso es difícil a lo que el sistema de carreteras rumano no ayuda de Bucarest a Suceava digamos que necesitas un día para llegar, otro para volver más lo que dure la instalación, digamos de tres a cinco días y son demasiados para que alguién que trabaje pueda venir a echar una mano, pueden quizá un fin de semana.

Es una labor minuciosa que requiere tiempo, inicialmente hacemos una documentación prevía buscamos información, artículos de prensa, escribimos a las autoridades, les enviamos las solicitudes y les preguntamos si en su zona conocen personas o familias sin luz en casa. Viajo mucho, lo hacía antes y ya más o menos conocía la situación y cuáles eran las zonas más necesitadas. Una vez que me responden las autoridades me desplazo a la zona porque muchas veces las informaciones no son correctas o completas por ejemplo hay personas conectadas ilegalmente a través del vecino y el alcalde no puede decirme que tienen un cable que llega hasta sus casas aunque en el papel aparece como que no tienen luz y para mi automáticamente no son una prioridad. Además es necesario ir en persona para documentar el acceso cómo llego, dónde puedo dormir, ver la casa y ver cuantas habitaciones hay, cómo está orientada porque tenemos que poner los paneles orientados al Sur para tener una mayor exposición a los rayos solares y todo esto tiene que hacerse antes de regresar y hacer la instalación definitiva. Las principales dificultades que encontramos son logísticas, el difícil acceso a muchas casas y zonas, porque no hay carreteras de accceso, hay sitios dónde sólo puedes llegar a pie o a caballo, muchas veces te toca cargar el equipo a la espalda y caminar, muchos voluntarios piensan que llegas con el coche lo instalas y te vas pero hay veces que caminas una hora a pie hasta el lugarEn cambio con los patrocinios hemos tenido suerte y va bastante bién porque ya llevamos varios años haciendo este tipo de proyectos y se han visto los resultados, inicialmente era muy difícil porque hay muchos problemas en Rumania no sólo la falta de electricidad, hay problemas en todos los sectores, Educación, Sanidad y es difícil hacer visible también este problema que significa no sólo que no tienes una bombilla, no tienes acceso a la información, no puedes llamar a los servicios de urgencia. Ahora digamos que tenemos socios sólidos que nos apoyan con ellos hemos iluminado ya treinta casas, puntualmente nos han ayudado algunas empresas y muchos donantes individuales que redireccionan parte de su impuesto de la renta a nuestra asociación y poco a poco a final de año logramos llevar la luz a las casas, pagar la contabilidad, internet, teléfono, impuestos y poco más, rico no soy.

Me gusta lo que hago pero a veces es deprimente porque trabajas sólo y no puedes hacer todo lo que te propones, además ves todo tipo de situaciones como gente que no sólo no tiene luz, no tiene de nada, ni wc, ni medicamentos, gente enferma, niños que no tienen que comer. Recuerdo un día que fuí a Vaslui o Botoșani pasé días alli trabajando y veías que efectivamente no tenían que comer, nosotros nos íbamos a comer y ellos ese día comían pufuleţi (gusanitos), porque no tenían dinero. Todas estas situaciones te cargan emocionalmente a veces siento que todo es demasiado complicado. Lo que me sigue motivando es que creo en lo que hago, creo que es una gran ayuda aunque a veces no sean conscientes porque en muchos casos son personas muy simples, que creen que cuando algo es gratis es porque es de mala calidad y muchos porque lo reciben gratis no lo aprecian y no lo utililizan como deberían. Este es un problema que encontramos en parte de nuestros beneficiarios que no cuidan la instalación adecuadamente, no saben porque algunos son la tercera generación criada en probreza extrema y no tienen una mentalidad de ahorro, de largo plazo, viven de un día para otro. 

La parte humana del trabajo es la más complicada, hay muchas historias y sinceramente, la gran mayoría de ellas me han impactado emocionalmente. Existe esa alegría de darles luz, su cara cuando pueden ver sus casas las habitaciones por primera vez, observan detalles que no habían visto al vivir en tinieblas con una batería de coche conectada a una literna, una lámpara con gasolina, pero muchas historias son difíciles, personas mayores sin familia, sin pensiones, con problemas oculares porque llevan una vida en oscuridad, niños con problemas respiratorios porque muchas casas se calientan con braseros de leña y viven todos hacinados en una habitación con emanaciones tóxicas y su principal fuente de luz es una lámpara de petróleo. Hasta hace 20 años existía queroseno, un combustible especial para este tipo de lámparas, y como no se encuentra más lo han sustituido por gasolina que genera un humo denso y tóxico, muchos no tienen agua corriente, wc, no se lavan las manos y surgen enfermedades, su vida es muy dura, lo ves y te afecta.

A las autoridades locales no les importan, en una comuna de mil personas quizá cien no tienen luz y viven más alejadas en una colina, es un segmento insignificante y prefieren desarrollar el resto, aunque sólo sea en período electoral asfaltando alguna calle, para ganar votos, los otros nunca han tenido luz ni la van a tener ni siquiera a cambio de votos. Los que no tienen luz están aún más marginalizados por los demás, se les ve como pobretones como si fuera su culpa que no tienen luz. A veces bajan al pueblo a por harina o azúcar y ni siquiera pueden hablar con los del allí porque se socializa en los bares y hablan de lo que sucede en el pueblo o lo que han visto en la tele, los que viven aislados no pueden ir al pueblo, no tienen tele, no han visto el partido, no tienen temas de conversación y están doblemente marginalizados. Hay muchos que no tienen ni documentos de identidad, es un círculo vicioso que te impide avanzar y cambiar tu destino. Te quedas en ese nivel de subsistencia, para muchos la única salida es irse del país a trabajar fuera, muchas chicas son traficadas y prostituidas, o trabajadores esclavizados en la agricultura porque provienen de estos medios donde eres muy vulnerable sin mucha información o recursos y haces lo que sea por huir de la miseria y no regresar.

A pesar de llevar tantos años haciendo esto no he visto muchos cambios en estas localidades ni tampoco los veo en la sociedad rumana, hay muchos que se van, que piensan en irse, en parte porque no existe una psicología colectiva de estar unidos, de hacer algo aquí, pelear por el cambio, ayudarnos unos a otros, la sociedad está muy dividida, cada uno piensa en sí mismo, y en el medio rural es más difícil, ellos están mas aislados que el resto, si no tienen quien les ayude no se van a integrar en la sociedad y los más jóvenes se van o se han ido ya a trabajar a otros países para prosperar, no existe el pensamiento de vamos a quedarnos y a construir algo aquí para mejorar el país. Muchos me preguntan si en los sitios a los que he ido he encontrado algún tipo de sentimiento de comunidad y tengo que decirles que no, tampoco en Bucarest donde nadie se junta siquiera para quitar la nieve del portal, si no pueden ponerse de acuerdo un grupo de personas en un bloque ¿qué podemos pedir que un pueblo aislado donde las personas viven unas a kilómetros distancia de otras? ¿qué tengan un sentimiento de comunidad?. Cada uno vela por su interés, no en todos lados pero si en la mayoría. Me gustaría que eso cambiase, que la gente estuviera más unida.

Existe una gran brecha entre categorías sociales, entre los que viven en la ciudad o en el campo, los del Norte con los del Sur, los de una región con la vecina, cohexisten distintos niveles de desarrollo dentro del mismo país, esta división genera creencias erróneas y tóxicas socialmente hablando a lo que no ayuda la situación política que vivimos donde nos gobiernan personas corruptas que continúan siéndolo descaradamente sin consecuencia alguna, muchos roban millones y apenas pisan la cárcel o no se recupera lo que han robado, y ese mensaje cala entre la población que se puede incumplir la ley y no te pasa nada lo cual no ayuda a construir una mentalidad colectiva positiva. El medio rural es más tradicional, la iglesia sigue teniendo mucha influencia, y ahora existen en Rumania sectores con un discurso antieuropeo, basado en que la UE intenta cambiar nuestras tradiciones y valores y se les manipula políticamente para oponerse al cambio. A veces es imcomprensible su actitud porque muchos de ellos tienen familiares que viven fuera de Rumania y les cuentan sobre como son sus vidas, que se puede vivir de otra manera y ellos de alguna forma no son capaces de relacionar que en otros lados todo funcione, que tengan infrastructuras, hospitales, escuelas, un sistema funcional y siguen creyendo que la UE no trae mejoras sino que destruye nuestros valores, tienen políticos corruptos y siguen votándoles,es complemamente ilógico.

Mucha gente aquí está desilusionada y no porque no hagan suficiente para que su vida mejore hay muchos que socialmente hacen su aporte, trabajan, pagan impuestos, votan, protestan…proceden conforme se espera de ellos socialmente pero no ven los resultados y eso genera desilusión, eso provoca que la gente se harte y se vaya por comparación porque dices en otros países tengo amigos que hacen lo mismo y disfrutan de las ventajas. No creo que en un hospital de otro país te pidan que vengas con tu algodón, medicinas y demás de casa porque no tienen de nada o tengas que sobornar al médico y enfermeras para que hagan su trabajo. Yo mismo he pensado e irme y no lo he hecho porque creo que hago algo útil aquí y aunque soy consciente de que a veces la lucha es difícil y no tenemos muchas posibilidades de ganar me parece bien que puedo contribuir a cambiar algo por mínimo que sea. 

Siento que lo que hago me ha cambiado como persona, antes tenía un trabajo de oficina, fueron años agradables pero llegó un momento en el que no podía más y esta experiencia ha sido una influyente, he conocido muchas personas, he ayudado a todas las que he podido y me siento satisfecho. He contribuido también a la creación de varios programas estatales que están a punto de ponerse en marcha, intento también por este lado aportar mi granito de arena, son muchos los que piensan mira este, de todas las casas sin luz que hay habrá logrado iluminar quizá cien va a necesitar muchos años par iluminarlas todas y es evidente que sólo no puedo que necesitamos una política pública en este sentido, una estrategia a nivel nacional para llevarla a cabo y por eso intento usar mi conocimento para aumentar el impacto, creo que hago todo lo que está en mi mano por cambiar las cosas.

Galería foto Luz para Rumania

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